Limitar espacios

La buena convivencia es algo esencial y necesario. Tu perro debe saber dónde están los límites y tú debes enseñarle a respetarlos.

Uno de las cosas que debes tener claras es que tu perro suelta pelo, mucho o poco, pero acostúmbrate a que tu hogar va haber pelos hasta en el último rincón. Aquí entra la limpieza del hogar que depende del humano totalmente.

A continuación te explicamos algunos tips:

Dependiendo de las manías de cada cuál, habrán lugares de la casa donde el perro tenga más o menos acceso. Por ejemplo, el sofá: pregúntate si quieres que tu perro se suba contigo como hábito o como recompensa. Y así con una lista mental que poco a poco irás creando y llevando a cabo.

Recuerda que tu perro será un reflejo de ti. Los límites los marcas tú, él ya tiene bastante con leer tu lenguaje corporal.

Nosotras te vamos a hablar siempre de la educación de nuestros perros en el hogar. Puedes adaptar ésta ideas a tu hogar según te convenga. Puede que algunas las obvies. Mientras haya armonía y equilibrio todo va bien.

Tu perro es un integrante de la manada y no lidera. Interiorízalo.

A TU SITIO:

  • Conocen la casa enterita y saben las estancias más recurrentes por ti, por lo tanto para ellos también. Al igual que tú tienes tu colchón donde duermes cada noche, ellos también deben tener su espacio de descanso.
  • La cama es un lugar donde reina la calma, la protección y el descanso. Debéis respetarlo mútuamente.
  • Su sitio estará donde esté su cama, así que la orden será A TU SITIO y cada vez que le indiques tu necesidad de que ocupe su cama, acompaña ésa orden con un movimiento firme (sin sustos).
  • Nuestros perros tienen varias camas en varias zonas de la casa, por lo que es muy fácil que siempre acierten estando en su sitio. Pónselo fácil.

MESA:

  • El lugar sagrado donde vas a sentarte varias veces al día para darle de comer a tu cuerpo serrano, y él lo sabe y te tiene cronometrado, créenos.
  • No gusta estar comiendo y apartando el hocico de tu perro cada minuto. Debes hacerle entender que cuando tú estás comiendo no quieres que te molesten, así que la orden será A TU SITIO.
  • Comerás en paz y tu perro te observará desde su cama. Puede que hasta se duerma del aburrimiento.
  • Una vez termines tu ritual de comida/cena puedes darle una recompensa (cachito de pan) para ayudarle a entender que tu ritual ha finalizado y él se ha portado de maravilla sin molestarte.
  • Respeto mutuo: cuando él esté comiendo también tendrá su momento para llevar a cabo su ritual de comida, en un estado de calma y armonía. Seguro que cuando termina te va a avisar contento y agradecido. ¿Ves? Actúa como tú.
Lía espera sentada delante de M, pero la perra negra no es nuestra, solo la tuvimos una tarde en ausencia de sus dueños y su gestión de la situación fue imitar a Lía: quieta, paciente, algo caerá luego.

SOFÁ:

  • ¿Ya has decidido si puede subir al sofá o no? ¿Algún condicionante?
  • Nosotras cuando adoptamos a Lía fuimos muy firmes en los límites: debía entender que en casa las que mandamos y tomamos decisiones somos nosotras y no ella, bajo ninguna circunstancia.
  • Con el paso de los años, ahora Lía ya tiene 7 años y problemas en las caderas. Asumió desde el primer día que el sofá era nuestro, nuestra zona de descanso inalterable. Y ella sus camas varias.
  • Hoy en día, cuando termina el día, hemos terminado de cenar y nos tumbamos en el sofá, le invitamos a que suba para tener ese ratito de contacto con sus dueñas y mimitos varios.
  • Cuando termina la peli nos levantamos del sofá y nos vamos a la cama, ella por supuesto que se levanta y también se va a su cama. Cada uno a su nido y mañana más.

COCINA:

  • El lugar sagrado donde todo huele fenomenal. Y siempre pillan: que si un viruta de jamón, que si una miga de pan,…
  • La verdad es que es uno de los lugares donde más pueden aprender a estarse quietos, sentarse, tumbarse, dar la pata,… te hablarían si pudieran con tal de un trozo más de eso que cocines.
  • De ti depende que puedan entrar o quedarse en la puerta. La verdad que mejor que se queden fuera viendo cómo cocinas para evitar males mayores por salpicaduras de aceite, que se te caiga algo afilado y le puedas lastimar sin querer,…
  • En la cocina tienes un poder que ni te lo imaginas. Úsalo.

BAÑO:

  • ¿Tu perro entra al baño mientras están sentada/o en el bater? ¿Sabes porqué lo hace? Para ellos es una situación vulnerable y entran para protegerte. Tú también le proteges cuando en la calle hace sus necesidades y esperas a su lado para recoger sus cacas, ¿verdad? Quid pro quo.
Al igual que el perro se siente protegido por ti cuando caga, él hará lo mismo cuando tú estés en el baño.

armonia, baño, calma, cocina, descanso, equilibrio, firme, hogar, lenguaje corporal, limitaciones, limitar espacios, limites, mesa, oler espacios, órdenes, protección, relx, respeto, ritual comida, sofa

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto: